2020, de la incertidumbre al crecimiento
Dalibor Eterovic Managing Director & Economist The Rohatyn Group (TRG)
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Dalibor Eterovic
La economía chilena y la mundial tendrán trayectorias distintas el año que viene, después de un 2019 difícil en materia económica y política. Con la notable excepción de Estados Unidos, y sólo debido a los datos del primer semestre, el crecimiento decepcionó este año en casi todas las zonas geográficas. El común denominador de la baja actividad fue la debilidad del sector manufacturero y del comercio internacional.
La incertidumbre de política, así como los aumentos de tarifas producto de la guerra comercial entre China y Norteamérica tuvieron un impacto negativo mayor a lo esperado. Facilitado por el cambio de dirección de la Reserva Federal estadounidense, la respuesta de política al menor crecimiento fueron tasas de interés más bajas. Este es el punto de partida para el año 2020. Las condiciones financieras actuales son bastante más expansivas que a inicios del año actual y como la política monetaria actúa con rezagos de varios trimestres, es esperable que el crecimiento mundial tome algo de vuelo hacia adelante.
Esta recuperación debiese de favorecer a la Eurozona y a los emergentes, que fueron los más castigados por el shock de incertidumbre en torno al comercio mundial. Si bien la mayor expansividad monetaria disminuye significativamente la probabilidad de recesión en Estados Unidos, lo más probable es que esta economía crezca menos que este año, debido al menor impulso fiscal y a la desaparición de los efectos positivos sobre el consumo que habría tenido la rebaja tributaria de finales de 2017.
Gracias en gran parte al fuerte y coordinado aumento de la expansividad monetaria, los activos financieros tuvieron un buen año. El S&P estaría rentando 28.5% y las bolsas emergentes cerca de 15%. Pero ajustadas por riesgo, las tasas de interés fueron las ganadoras. Las emergentes en dólares (EMBI Global) rentaron casi 14%, con los países y los bonos con grado de inversión superando a los high yield. Las tasas locales emergentes (GBIEM) rentaron 11.7%, con más del 70% de este retorno proveniente de la caída en las tasas de interés y con solamente una porción menor viniendo de la apreciación de las monedas. En 2020, de consolidarse un escenario económico de mayor actividad, los activos ganadores debiesen de ser los que tradicionalmente representan mayor toma de riesgo, como las bolsas emergentes, las tasas high yield y las monedas con mayor carry. Contrario a este año, en 2020 para obtener retornos habrá que salir a tomar más riesgo.
Finalmente, mientras el resto del mundo irá transitando a menor incertidumbre y mayor crecimiento, es probable que nuestro país vaya, al menos en el inicio de año, en el sentido contrario. La experiencia reciente indica que la incertidumbre descontrolada genera fuertes impactos negativos sobre la economía. Clave es seguir la recomendación del presidente del Banco Central respecto a poner bordes a la discusión constitucional. Mientras esto no se haga, es probable que continúe el reacomodo de los portafolios de inversionistas locales hacia activos externos, con la consiguiente presión sobre el peso y los activos domésticos. Un mejor escenario externo es una buena noticia y normalmente sería suficiente para esperar una aceleración en la actividad. Pero en 2020, los determinantes de la economía en Chile serán internos y eminentemente políticos.